Parentesis

El derecho de agonizar...

No tengo derecho a agonizarme
me lo han quitado
y ellos
los míos
se encuentran muy lejos
¿dónde pongo mis muertos?

Paréntesis y vahos...

Así estamos,
jugando a vivirnos
entre nuevos paréntesis
dándole sabores
a insípidos rayos

Hay canciones
que no toco
no me atrevo
pero hay juegos
vahos con formas
formas que danzan

Pero no quiero caer
no quiero hundirme
en falsas realidades
somos juegos
somos vahos
nuca realidades
nunca un tú y yo.

Espejos ...

Sigo aquí sorprendiendome de los parentesis sin tiempo ni leyes que se presentan frente a mi bastante seguido, pero mi cabeza ultimamente vuela lejos a otro lugar aun más anarquico a las leyes que nos rigen. Me sorprendo flotando entre pensamientos sin pies ni cabeza, en imagenes que son imposibles de existir.

Algunos espejos han dejado los misterios que ocultaban detras, ahora los reflejos no imitan, no se esconden en un juego de imagenes e imitaciones.

 

 

 

Cuánto resisto...

Puede que haya decidido dejar el juego, puede que haya empezado a enumerar todos tus errores, puede que este queriendo dejarte a solas con tu imagen, pero las circunstancias nos mezclan, nos envuelven, nos atan y desatan, y la palabra se sabe regida por la ley que la vuelve evanescente.

Nuevamente me encuentro sumida en un  _dulce^amargo  juego de miradas y palabras.

Entre Perentesis...

Siento que a veces estoy en medio de un paréntesis, singular y curioso, tan sólo es cosa de darle tiempo y comienza a funcionar.

Hay días, por ejemplo, en los que ando más bien pensativa, soñadora o simplemente distraida; camino por las calles, dejando que los pies me lleven hacia casa, doblando en cualquier esquina (o varias veces siendo casi atropellada), a veces me dedico a mirar a las personas, los rostros que llevan, otras miro los árboles, las casas y edificios, los autos, las micros, o simplemente algun punto invisible en el horizonte. La mayoria de las veces voy escuchando música, hasta vibrar por dentro, me entretiene ver como la ciudad avanza a su ritmo.

Me agrada ver cuando mi singularidad a ratos se entreteje con la singularidad del que va por la misma vereda, veces por ejemplo que he sido sutilmente perseguida por el supermercado y luego por las calles, veces en que se está en la milesima de segundo justa, en el milimetro preciso; veces en que la ciudad me hace (son)reir, soñar, pensar. Ratos en los que me siento casi dentro de una pelicula o un cosmos diferente.

La mayoria del tiempo aqui soy más soñadora^{(volada dicen muchos)} de lo que normalmente soy, imaginense, porque las calles hacen ese efecto me entregan pequeños o grandes elementos, detalles que me hacen  soñar^(volar). Me agrada eso.

Algunos, justifican "ese que se yo" de esta ciudad con toda la sangre mapuche impregnada en esta tierra durante los tiempos de conquista, impregnada para cultivar todo lo que aqui surge, desde una flor, hasta los sentimientos.

 ^{La foto corresponde a la esquina de Carrera con Paicavi, una esquina bastante concurrida pues las dos calles son avenidas, la mayoria de los dias paso por ahi, pensando, soñando, imaginando, "buscando libertad".}

Lejos...

Un lugar de doble lectura, por una parte este paréntesis me ayuda a renovarme y olvidarme de algunas cargas; por otro lado me hace caminar por un camino diferente, voy como otro árbol, llevo mis ramas a otros soles, mientras que los que allá quedan adquieren una forma diferente.

Los ojos no lloran, pero la pena si acude, cuando veo como nos vamos diferenciando, como vamos cambiando de forma, como las palabras ya no son igual, cuando reflejan el ánimo que llevamos dentro.

La ciudad se configura diferente por estos lados y llena el paréntesis de nuevos aires para distraer la mente cansada, para hacer que a fin de cuentas, me quede aquí, creciendo junto a otros diferentes.

 

Una buena muchacha...

"Que nadie pregunte,
que nadie le hable,
que nadie le traiga ofrendas,
le pidan,
le digan,
le exijan que viva
una mentira"
(Una buena muchacha, Mecanica Popular)

Camino por las calles hacia el gris, me he cansado de mirarme al espejo y lo he quebrado contra tu imagen seca. Me voy hacia el gris lejos de ti, lejos de ellos, me voy hacia el gris a recogerme en una esquina, para luego pintar las paredes de colores, las veredas, las bicicletas, los brazos, las piernas, el alma.

Me quedo en los colores, pintando^(me), esperando^(te)

 

 

Cuentame otra historia...

Cuentame la historia de manera diferente, cuentame de una princesa,  de un principe; no importa si ella anda de zapatos rotos o si él toma la micro para irse a casa, no importa si en la ciudad ya no se escuchan ruidos de sables.

Cuentame de dos que se encontraron, cuentame de un vals hasta medianoche, cuentame de hadas residentes de los ojos.

Cuentame el final feliz...

Luego podre dejar que tomes tus cosas, que te vayas por las calles mientras yo me quedo. Luego pordre dejar que te vayas con ella, que me dejes aqui soñando, igual como lo hago siempre.